Fracaso laboral
- psicologagreciamor
- 5 ago 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 15 dic 2022
El fracaso es una de las heridas que más podemos frecuentar a lo largo de la nuestra vida, probablemente es la versión adulta del monstruo bajo la cama al que tememos o que se escondía en los lugares oscuros cuando éramos niñxs, desde ese entonces, sabíamos desde la razón que no existía pero algo en nuestro interior hacía que lo viviéramos como algo muy real de lo cual no podíamos escapar ¿recuerdas?

Me imagino que alguna vez sentiste ese miedo y adrenalina al apagar la luz de una habitación y tener que regresar corriendo hasta tu cama en la oscuridad, dando un salto y creyendo que serías atacado por algo, ¿te pasó? A veces me imagino así al fracaso laboral, como esa sensación que racionalmente sabes que no existe y que no pasa nada pero que tu cuerpo te dice y te convence de lo contrario. Lidiar con los errores laborales no es tarea fácil, nos llegamos a identificar tanto con lo que hacemos que corremos el riesgo de depositar todo nuestro valor en esas actividades que para nada nos definen.
¿Qué sientes y piensas cuando te das cuenta o te señalan que te equivocaste en alguna tarea en tu trabajo? Sé completamente honestx contigo mismx y pon en palabras todo aquello que sientes y que te imaginas. Sólo así podrás descubrir qué es lo que alimenta esa sensación tan persecutoria y angustiante que te obliga a ser “perfeccionista”.

La postura de la perfección en el trabajo puede tratarse de una gran resistencia o defensa de aquello que nos asusta, de aquello con lo cual nos asumimos incapaces de lidiar, por ejemplo, la reparación del daño. Hay tanta duda sobre si seremos capaces de hacerle frente a una situación que se prefiere ser “perfecto” y no cometer ningún error antes que enfrentarse a la dura tarea de afrontarlo y construir formas de reparación. Esto es sólo una forma de repensar la “perfección” y quitarle, poco a poco, la buena fama que tiene ésta forma de vincularse con la vida.
No es tarea sencilla caer en cuenta de los miedos que cargamos en nuestra historia, y mucho menos de aquello que nos duele conocer y reconocer en nuestro actuar, pero dejar de hacerlo sería una grave pérdida de oportunidad de crecer y de madurar todos esos aspectos que se quedan atorados.
Te invito a que te permitas darte cuenta de la forma en la que te vinculas con las actividades de tu trabajo, así como con los errores que se pueden cometer en él, porque la forma en la que lo hacemos también habla de nuestra historia.
Muchas gracias por leerme y por estar aquí.
Con cariño,
Grecia.
Comments