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¿Existe la amistad entre hombres y mujeres?

  • psicologagreciamor
  • 31 mar
  • 2 Min. de lectura

Probablemente llegaste aquí buscando una respuesta tajante, algo claro como un “sí” o un “no”, pero creo que la respuesta va mucho más allá de eso. He sido testigo de que las amistades entre hombres y mujeres pueden darse y ser muy cálidas, pero también he visto cómo algunas terminan en desilusiones y corazones rotos.



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Tal vez la pregunta en sí misma es un poco tramposa, porque la amistad entre hombres y mujeres existe. Sin embargo, ¿de qué tipo de hombres y mujeres estamos hablando? ¿Puede un hombre ser amigo de una mujer sin caer en la tentación de romantizar o erotizar el vínculo y terminar enamorado de ella? ¿Puede una mujer vincularse con un hombre sin sospechar que detrás de cada gesto cálido y empático hay un posible interés romántico?

Estamos hablando desde la lógica de relaciones heterosexuales, pero esta pregunta también podría extenderse a parejas homosexuales, donde no todas las personas que comparten una orientación sexual se atraen necesariamente entre sí. Esto, en cierto modo, ya nos daría una respuesta contundente.



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Ahora bien, para intentar construir una respuesta más completa, te invito a reflexionar sobre el camino que has recorrido para construirte como mujer o como hombre. Tal vez puedas decir que tu forma de ser se forjó a partir de la imagen de las figuras masculinas y femeninas más cercanas en tu vida; o que fue influida por los discursos y experiencias que viviste durante tu infancia, por las canciones que escuchaste, las películas que viste... en fin, por todo aquello que te rodeó y moldeó tus ideas sobre las relaciones humanas.


“La amistad entre hombres y mujeres, en mi experiencia, puede existir cuando las intenciones son claras; cuando primero se es honesto con uno mismo para poder serlo con la otra persona.”

Claro que esas intenciones pueden cambiar y transformarse conforme el vínculo evoluciona, lo cual es natural y puede suceder incluso en amistades donde no existía un interés romántico desde el inicio.


Lo interesante es observar qué sucede contigo cuando te encuentras en una situación así. Puede que seas quien termine enamorado y con el corazón roto, o que vivas la experiencia de ver cómo tu mejor amiga o amigo se enamora de ti.


La amistad es una relación profunda en la que, muchas veces, se reavivan vínculos internos del pasado. No es casualidad que sintamos a una amiga como una madre, una hermana mayor o menor, o incluso como un alma gemela. Winnicott, psicoanalista y pediatra, decía que un amigo puede ofrecer un entorno de contención donde es posible experimentar y expresar emociones de forma segura.


Entonces, ¿qué sucede contigo cuando tienes la posibilidad de vivir una amistad con alguien con quien “se supone” que deberías experimentar una atracción sexual?

Me gusta construir respuestas en lugar de simplemente darlas, porque creo que muchas de esas respuestas están dentro de nosotros y emergen cuando encontramos el espacio adecuado para liberarlas, construirlas y darles sentido.


Cuéntame, ¿qué piensas tú?




Con cariño, Grecia.


 
 
 

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