No estás obligada a mejorar para los demás

Iniciar un proceso de psicoterapia no es nada fácil, se requiere de mucha paciencia con uno mismo y con aquellas personas que nos rodean ya que en la interacción con nuestros círculos frecuentemente los comentarios y actitudes que se tienen hacia quienes toman terapia son un tanto incómodos y llegan a ejercer cierta presión hacia la mejoría de aquel que está inmerso en su análisis.

Es común que esta sutil presión se disfrace de muchas maneras, te quiero dar sólo algunos ejemplos de los muchos que existen y que estoy segura te ha tocado escuchar. Frases como: “¡uy! y eso que vas a terapia y te enojas!”, “te sigo viendo triste”, “desde que vas a terapia las cosas por aquí funcionan mejor” (con el mensaje oculto de que tú eras el problema”, “de nada te está sirviendo ir a terapia”, y así muchos otros. Estos comentarios, sin darnos cuenta, comienzan a sentirse como una presión propia por mejorar y por querer demostrar que estás bien, que estás avanzado y que ya serás feliz por siempre, cuando en realidad ese no es el objetivo de un proceso de psicoterapia.

El objetivo de tu proceso de psicoterapia es sumamente íntimo y singular, por lo tanto, nada tiene que ver con satisfacer las demandas explícitas de quienes te rodean, y si ese es tu objetivo, te invito a analizar esa necesidad de querer estar bien con los demás a costa tuya.

¡No estás obligada a mejorar! No como los demás dicen que tienes que hacerlo, no como mejor les convenga a otros, no como se supone que “debe” de ser. La mejoría es algo tan diferente y subjetivo como personas y decisiones hay en el mundo, tal vez para esa persona que ahora responde “mal” y se “aleja” ha sido un gran progreso el hablar de lo que siente y poner límites, por ejemplo. Cada quien ve el progreso de forma distinta y de la manera en que mejor convenga, así es que, tranquila, ese progreso es tuyo y lo tienes que evaluar contigo misma y nadie más.

Te comparto algunos puntos que puedes considerar antes de abandonar tu proceso de psicoterapia por sentir que no avanzas.

• Cuestiona de nueva cuenta el motivo de consulta inicial y en relación a este compara cómo has ido manejando las situaciones.

• Presta atención a los comentarios que recibes del exterior y trata de analizar la intención de los de quién vienen, anímate a preguntarles qué es lo que esperan. Podrás darte cuenta que se trata de su expectativa y tal vez no de la tuya.

• Platícalo con tu terapeuta y expón todas las dudas, pensamientos, sentimientos y emociones que tienes respecto a tu progreso.

Deseo que esto te acompañe en tu proceso de mejoría, que sepas que eres libre y es tu ritmo el que se necesita respetar.

Con cariño,

Grecia